19 enero, 2009

T.S.ELIOT / Las Dry Salvages /The Dry Salvages

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                                  Ives Tanguy



T.S.Eliot, S. Louis1888-Londres 1965.Es uno de los grandes poetas en lengua inglesa del siglo XX. El primer poemario que publicó fue Prufock, más atractivo cuanto más se lee,  y en 1920 Tierra baldía le consagró como un artista inspirado e innovador . En 1943 publica Cuatro cuartetos, obra a la que pertenece el presente poema.En 1948 recibió el Premio Nobel de literatura.
Ives Tanguy, 1900-1955, pintor surrealista francés utiliza formas  biomórficas representadas en espacios infinitos, enigmáticos e inquietantes con predominio, en general, de colores fríos.


I

Yo entiendo poco de dioses; pero me parece 
que el río es un dios fuerte y pardo: huraño, indómito 
y adusto, paciente hasta cierto punto, admitido 
al principio como frontera; útil 
y desleal como vehículo del comercio;y luego un problema 
sólo para el constructor 
de puentes. Resuelto el problema, en las ciudades 
casi olvidan los vecinos al dios 
pardo, quien conserva, sin embargo, implacable, 
sus ritmos y sus iras, destructor; quien recuerda 
a los hombres lo que ellos prefieren olvidar. 
Privados por los adoradores de la máquina 
de culto y de ofrendas, está a la espera: 
vigila y espera. Su ritmo 
se notaba en el cuarto de los niños, 
en el frondoso ailanto de la entrada 
en abril, en el olor de las uvas 
sobre la mesa otoñal y en invierno 
en el círculo nocturno de la luz de gas.


Llevamos el río dentro y el mar 
está a nuestro alrededor; es también 
el mar borde de la tierra, el granito 
que roe, las playas a las que arroja 
sus insinuaciones de una distinta 
y anterior creación: la estrella 
de mar, el cangrejo ermitaño, 
un espinazo de ballena;los charcos donde ofrecen anémonas 
de mar y las algas más delicadas 
a nuestra curiosidad. Nos devuelve 
nuestras pérdidas: la red desgarrada, 
la destrozada nasa, el remo roto 
y la ropa de ahogados extranjeros. 
Tiene el mar muchas voces; muchos dioses 
y muchas voces.(...)


I

I do not know much about gods; but I think that the river/Is a stong brown god -sullen, untamed and intractable,/Patient to some degree, at firs recognided as a frontier;/Useful, untrustworthy, as a conveyor of commerce;/Then only a problem confronting the builder of bridges./The problem once solved, the brown god is almost forgotten/ By the dwellers in cities -ever, however, implcable,/ Keeping his season and rages, destroyer, reminder/ Of what men choose to forget. Unhonoured, unpropitiated/ By worshippers of the machine, but waiting, watching and waiting./ His rhythm was present in the nursery bedroom,/ In the rank ailanthus of the April dooryard,/ In the smell of grapes on the autumn table/ and the evening circle in the winter gaslight.

                     



The river is within us, the sea is all about us;/ The sea is the land's edge also, the granite/ Into which it reaches, the beaches where it tosses/ Its hints of earlier and other creation:/ The starfish,the horseshoe crab, the whale's backbone;/ The pools where it offers to our curiosity/ The more delicate algae and the sea anemone./ It tosses up our losses, the torn seine,/ The shattered lobsterpot, the broken oar/ And the gear of foreing dead men. The sea has many voices,/ Many gods and many voices.(...)




ELIOT,T.S.:Cuatro cuartetos. Cátedra.

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