30 enero, 2010

Claudio Magris / una entrevista

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CLAUDIO MAGRIS, Trieste 1939; algunos fragmentos de la entrevista  en  ABC cultural,30enero2010.

"Encuentro a Claudio Magris en la Universidad y nos vamos al San Marcos, el café donde comienza precisamente uno de sus mejores libros: Microcosmos. Allí il professore, como todos le llaman en Trieste, tiene reservada una mesa que se conserva invariablemente vacía hasta que éste, a cualquier hora del día, llega, se sienta y trabaja.(...)

Tanto en El Danubio como en otros de sus libros aparece siempre un análisis sobre el totalitarismo, la relación entre identidad y violencia, el fascismo. ¿Su literatura es una reflexión sobre esas cuestiones?
-Creo que sí, al menos una buena parte de ella.Es por eso por lo que para mí, en ese sentido, la ironía juega un enorme papel.Es importante creer firmemente en algo sin fanatismos; amar algo sin hacer de ello un ídolo. Eso quiere decir que la ironía es realmente el sentimiento de relatividad y por eso también una liberación de la angustia. Los totalitarismos de cualquier índole, no sólo los de carácter político, se presentan como la pretensión de lo absoluto. Y creo que no puede haber nada absoluto en la Tierra.(...)


. En una entrevista reciente, usted mencionaba que entre la literatura de Italo Svevo y la suya hay puntos de contacto. ¿Cuáles son las cercanías entre el autor de La Conciencia de Zeno y su obra?

Esa pregunta resulta difícil de responder. Italo Svevo es tan grande y profundo que uno tendría que pasar horas hablando de su obra.Él consiguió ocultar tan bien esa profundidad que todavía no hay suficientes lectores capaces de captar esa grandeza. Afirmo que Svevo es mucho más difícil que Joyce, no en el lenguaje, sino en la profundidad de la comprensión.

Cuando Molly Bloom comete errores en esos parlamentos suyos que mueven a risa, deformando las palabras y otorgándoles connotaciones sexuales, resulta quizás difícil interpretar la palabra aislada, pero Molly dice lo que esperamos que diga, ya que sabemos que es una persona inculta y piensa casi sólo en el sexo. Cuando Svevo habla de los cigarrillos, podemos creer en un primer momento que en realidad sólo habla de cigarrillos, aunque esté aludiendo a la insondable profundidad de la vida y del inconsciente.Lo que me fascina de él es esa intuición del abismo. En su obra tenemos esa intuición formidable; mientras que en el pasado el hombre corría el riesgo de no ser feliz, para el hombre moderno el problema se agrava. Ahora corre el riesgo de no ser capaz de desear la felicidad. Es decir, ya no se trata de no ser amado, sino de algo más trágico: no ser capaz de amar. De ese modo se explica cierta estrategia de las novelas de Svevo: la de no alcanzar a Ada, la mujer amada, para no ser amado por ella, ya que sería terrible no estar a la altura de ese amor.(...)



Trieste y el judaísmo han sido una constante en sus libros. A ello habría que sumarle la figura de Isaac Bashevis Singer, uno de los escritores más importantes del siglo XX. ¿Tuvo su literatura influencia sobre usted?


Sin Singer no habría escrito Lejos de dónde. Esta obra no es tanto un libro sobre Joseph Roth como sobre Singer. Pero en ese momento no tuve el valor o, más bien, tuve la sensación de no poseer los suficientes conocimientos para entender a Singer directamente. Por eso elegí a Joseph Roth, porque él también es un desarraigado y hablaba de este mundo como alguien que se mantiene ajeno a él. Es cierto que a Singer me vinculaban muchas cosas. 

¿Le he contado cuando le envié mi primera carta? Yo estaba en el mar, en Trieste, y le escribí lleno de entusiasmo a Nueva York. Lo hice a través de su editor, Farrar Strauss, quien años después se convertiría también en el mío. Yo había leído algunos relatos de Singer en especial esa maravillosa parábola El no visto, uno de los textos más bellos sobre la fidelidad y la infidelidad, sobre la pasión y la ley, el matrimonio y el amor, la vida y la muerte. Le escribí en alemán, por supuesto. Y Singer me contestó en seguida. Una carta muy amable en al que al final me decía. "Muchos saludos a su familia y a sus amigos". Fue la única ocasión en que alguien pensó también en mis amigos, y eso lo valoré mucho. Y es que la amistad forma parte de la vida.La muerte de un amigo no representa menos que la muerte de un primo o un hermano.Desde entonces, desde esa carta, Singer y yo nos mantuvimos en contacto epistolar.(...)

Y con esa confianza que se tiene con otro al que uno aprecia mucho, esa libertad de decirle todo, incluso observaciones críticas, le pregunté:"¿Por qué escribe usted novelas tan aburridas, si podría crear obras maestras?". Él no interpretó la pregunta como una crítica ni se lo tomó a mal. Me respondió:"Escribo lo que me proporciona placer en un momento determinado". Con esa respuesta se puso por encima de mí. Le dije: "Quizás yo soy más inteligente que usted, pero usted es un genio". (...)

¿En qué año comienza ese contacto?
La primera carta que todavía conservo, me la escribió en 1966. A partir de entonces, mantuvimos una correspondencia frecuente. Nos encontramos en Wengen en 1981, y tres años más tarde, muy brevemente, en Nueva York. (...) en los últimos años nos escribimos muy poco, ya que él padecía Alzheimer, y creo también que en esos últimos años estuvo poseído por una mecánica febril de la escritura, el éxito, el dinero. Fue grande mientras temió que no escribía para nadie. En una ocasión en uno de sus relatos, Singer hace decir a un demonio judío, un dybuk, que "él es alguien que ve, pero que no puede ser visto". Escribía en yiddish, es decir en una lengua muerta.(...)


En 1971 publicó Lejos de dónde, que se ha convertido en un canon para el estudio de la literatura judía. Treinta años después ¿continúa siendo igual su percepción de la obra de Joseph Roth o ha variado?

Para responder como es debido y con amplitud, tendría que escribir el libro nuevamente y de otra manera. Es como si alguien escribiese un poema de amor dedicado a una persona amada y luego, al cabo de treinta años, se le preguntase -a ella o a él-si volvería a escribir ese poema de la misma forma, si esa persona sigue siendo la misma para él o ella.(...) El exilio, cuestión que abordo en Lejos de dónde, ha cambiado mucho con la historia reciente de Israel; sin embargo sigue siendo el mismo, ya que simboliza una condición humana universal. Mi amor por Singer, por Roth, sigue siendo intenso; yo diría que más intenso que antes.(...) Lejos de dónde jugó un papel muy importante en mi vida. Es un indicio perdurable de una situación humana universal, que atañe a personas no judías, como yo. Recuerdo lo que un rabino me preguntó en un debate: "Pero usted no es judío ¿no?". "Pues no", le respondí. A lo que añadió: "Bueno era solo una pregunta". (...)

Fotografías:
1.-Trieste
2.-Claudio Magris
3.-Italo Svevo
4.-Joseph Roth
5.-I.B.Singer.

16 enero, 2010

Alberto DURERO en América/ José Antonio Ramos Sucre

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José Antonio Ramos Sucre (Venezuela 1890-Ginebra 1930), es la persona que elige Gustavo Guerrero en un  prólogo memorable   de la antología poética Conversación con la intemperie, Seis poetas venezolanos, como  la figura fundacional, el punto de partida lejano,que hace posible un grupo de poetas de excepción en la Venezuela contemporánea, los Cadenas, Montejo, Gerbasi....

Figura solitaria y atípica, -un raro lo llama- con  profunda formación lingüística, cultural y humanista y una potencialidad creativa que más que en los movimientos distintos que se suceden -modernismo, neolirismo, surrealismo y otras vanguardias...- ha construido su propia tradición, partiendo y ahondando en las raíces  soterradas del idioma que le llevan a decir :"yo escribo el español a base del latín".

Su obra "fascina porque extravía, hechiza porque desorienta", añade Guerrero y continúa recordando sus mil y una noches dedicadas al estudio, la erudición, las lenguas...y los tres libros y en total unos trescientos cincuenta poemas en prosa que "fue casi todo lo que nos dejó al suicidarse en Ginebra...". "Unos poemas que no se parecen a nada de lo que se había escrito en prosa hasta entonces, con un estilo único, riguroso e inquietante" y termina con una frase iluminadora para explicar lo que crea un gran poeta o lo que es la poesía pura: "un idioma dentro del idioma"...

A uno de esos poemas en prosa pertenece El talismán, de 1929 que en su brevedad mantiene vivos la fascinación,el hechizo y el misterio.

Durero, 1513, El caballero, la muerte y el diablo. 24,5 x 18,8 cm.(pulsar para ampliar)


El talismán

"Vivía solo en el aposento guarnecido de una serie de espejos mágicos. Ensayaba, antes de la entrevista con algún enemigo, una sonrisa falsa.Había exterminado las hijas de los pobres, raptándolas y perdiéndolas, desdeñosamente. Alberto Durero lo descubrió una noche en solicitud de una incauta. El galán se había provisto de un farol de ronda para atisbar a mansalva y volvió a su vivienda después de un rodeo infructuoso y sobre un caballo macilento. El artista dibujó, al día siguiente, la imagen del caballero en el acto de regresar a su guarida. Lo convirtió en un espectro cabalgante y le sustituyó el farol de ronda por un reloj de arena.
El caballero habita una casa desprevenida de guardianes, sumida en la sombra desde la puesta del sol. No se cuenta de ningún asalto concertado por sus malquerientes.
Se abandona sin zozobra al sueño inerme. Fía su seguridad al efluvio de una redoma fosforescente, en donde guarda una criatura humana, el prodigio mayor del laboratorio de Fausto."


Alberto DURERO es el artista alemán más influido  por el arte italiano del Renacimiento: hizo un viaje "de estudios" a la Venecia de los Bellini y Mantegna. Fue un gran pintor y a la manera de entonces un científico y sobre todo un grabador de primera clase -se considera que él, Rembrandt y Goya son los mayores grabadores de todas las épocas-. Era un dibujante excepcional y dominaba el trabajo con las ceras, los ácidos y las planchas de cobre del grabado; su obra gráfica se difundió con rapidez y tuvo pronto difundida por la imprenta recién inventada. En 1513 realizó este célebre grabado que fascinaba a Leonardo Sciascia como refleja en El caballero y la muerte,y que muchos años antes atrajo al visionario Ramos Sucre.

Los historiadores del arte interpretan la imagen, dentro de su turbulenta época especialmente en lo religioso,como una representación del Caballero Cristiano del que habla Erasmo de Rotterdam , el más importante humanista del norte;también Durero era un humanista cristiano ; pocos años después de haber realizado esta imagen se pondrá del lado de Lutero,cuya disputa con la Iglesia se habían iniciado por un problema de indulgencias y la necesidad de renovación espiritual de la misma y terminó con una revolución copernicana -en el siglo de Copérnico- la transformación de la idea de Dios; se pasó del Dios-Juez-Implacable que había que temer hasta entonces, en el Dios-Amor en quien bastaba creer para salvarse.

El grabado, firmado y fechado a la izquierda, representa un ideal estético y moral: el soldado cristiano caminando firme  a pesar de los peligros hacia la Jerusalén Celeste,la resplandeciente ciudad amurallada del Apocalipsis,mientras es acechado por la muerte y el diablo. En la representación hay símbolos-escondidos, pervivencias del gótico tardío, cuando Dios estaba detrás de cada cosa representada, como el perro que indica la virtud y la fidelidad y que acompaña a su amo a pesar de las lagartijas y las calaveras y el horrible diablo-cabra que son el mal y el peligro.

Pero Ramos Sucre , lee en las imágenes otra historia: ha sentido una atmósfera tenebrosa e inquietante que le hacen decidir que el caballero sea un Fausto retorcido y malvado, dedicado a la brujería y a la magia negra, con tal de atrapar el tiempo que se le escapa en el reloj de arena de la muerte; en el momento en que atraviesa el plano del grabado se dirige hacía su sombría guarida, cuidada por redomas humeantes y amenazadoras, en vez de a la ciudad luminosa que tal vez sea la que se encuentra en lo alto de la montaña.


Conversación con la intemperie, seis poetas venezolanos, Selección y Prólogo de Gustavo Guerrero, Galaxia Gutemberg, 2008

09 enero, 2010

KAFKA: Carta a Milena/ un e-mail es igual que una carta?

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Las cartas de Kafka a Milena no están fechadas. Comienzan cuando apenas se conocen y su relación es la de un escritor en lengua alemana y su traductora al checo.Una joven, también praguense, pero que reside en Viena. Las que se suponen sean  las primeras están encabezadas de forma bastante formal entre gente joven: Querida señora Milena, que más adelante será sustituida por modos más sencillos con calidez y familiaridad: Dices, Milena...,o No soy insincero, Milena...,o...,También las últimas dirigidas a casa de Milena vuelven a la formalidad anterior.La que se utiliza, tomada de Kafka, cartas a Milena, de Alianza, está colocada casi al final,como si fuera de las últimas, a pesar del señora Milena... Lo que  se sabe es que todas ellas se escribieron entre 1920 y 1922.
Las cartas de Kafka a Milena -las de Milena a Kafka no han sobrevivido- tienen muchas lecturas; en ellas se ve cómo de una relación puramente profesional se va pasando a una relación amorosa intensa, pero en una personalidad tan compleja como la de  Kafka, hay otros muchos asuntos de interés.
Después de leer la carta  surgen  imágenes y preguntas que al final se reducen a dos: qué le parecería a Kafka el ciber-mundo de hoy ¿kafkiano?, y si lo que él dice de los fantasmas y las cartas  se podría aplicar palabra por palabra a un simple  e-mail.






"Hace mucho tiempo que no le escribo, señora Milena, y también hoy le escribo por una casualidad. En realidad no tengo que disculparme de mi silencio, usted sabe cómo odio las cartas. Toda la desdicha de mi vida -no quiero con esto quejarme, sino hacer una observación de interés general- proviene por así decir de las cartas o de la posibilidad de escribirlas. Las personas casi nunca me han traicionado, pero las cartas siempre;y en verdad no las ajenas, sino justamente las mías. En mi caso es una desgracia muy especial, de la que no quiero seguir hablando, pero al mismo tiempo es también una desgracia general". 
"La sencilla posibilidad de escribir cartas debe de haber provocado -desde un punto de vista meramente teórico- una terrible desintegración de almas en el mundo. Es en efecto una conversación con fantasmas (y para peor no sólo con el fantasma del destinatario, sino también con el del remitente) que se desarrolla entre líneas en la carta que uno escribe, o aun en una serie de cartas, donde cada una corrobora la otra y puede parecerse a ella como testigo.¿De dónde habrá surgido la idea de que las personas podían comunicarse mediante cartas? Se puede pensar en una persona distante, se puede aferrar a una persona cercana, todo lo demás queda más allá de las fuerzas humanas". 
"Escribir cartas, sin embargo, significa desnudarse ante los fantasmas, que lo esperan ávidamente. Los besos por escrito no llegan a su destino, se los beben por el camino los fantasmas. Con este abundante alimento se multiplican, en efecto, enormemente. La humanidad lo percibe y lucha por evitarlo; y para eliminar en lo posible lo fantasmal entre las personas y lograr una comunicación natural, que es la paz de las almas, ha inventado el ferrocarril, el automóvil, el aeroplano, pero ya no sirven, son evidentemente descubrimientos hechos en el momento del desastre. El bando opuesto es tanto más calmo y poderoso, después que el correo inventó el telégrafo, el teléfono, la telegrafía sin hilos. Los fantasmas no se morirán de hambre y nosotros en cambio pereceremos."
"Me asombra que no haya escrito usted nada todavía sobre este tema, no para pedir o conseguir algo mediante su publicación, porque para eso ya es demasiado tarde, sino para demostrarles por lo menos a "ellos" que han sido descubiertos"

Y la carta después de otras incidencias termina volviendo a los fantasmas:
"...cómo no escribirle a usted, señora Milena, a la persona a quien más me gusta quizá escribir (dentro de lo que puede gustarle a uno escribir, lo que no obstante va solamente para los fantasmas que rodean con avidez mi escritorio")