16 junio, 2019

Percepción y sensación en la pintura de Edgar Degas y en los versos de Adam Zagajewski





DEGAS, La sombrerería, 1882, pastel, 100  x  109 cm. Art Institute, Chicago


DEGAS: EN LA SOMBRERERÍA 


Los sombreros, calados de una luz
que afina sus trazos, son inocentes.
Una joven se ocupa del trabajo.
Arboledas y arroyos ¿dónde están?
¿Dónde la risa triunfal de la ninfas
Este mundo está hambriento y cualquier día
irrumpirá en esta habitación cómoda.
Le bastan ahora los embajadores
que anuncian:yo soy el ocre. Yo el siena,
yo soy como la ceniza, el color
del espanto. en mí naufragan los barcos.
Yo soy el color azul, soy muy frío,
podría llegar a ser despiadado.
Yo soy el color del morir,
tengo mucha paciencia.
Yo soy el púrpura (casi invisible),
me quedo con triunfos y desfiles,
vivo en fuentes y en hojas de abedules.
La joven de hábiles dedos no puede
oír las voces, porque ella es mortal.
Piensa en el domingo, en su cita
con el hijo del carnicero,
que tiene ásperos labios
y grandes manos
manchadas ce sangre.

Adam Zagajewski, Tierra de fuego, Acantilado.