Para Peter Mendelsund diseñar la portada de un libro supone el reto de lograr a la vez un objeto impactante, enigmático y moderno, sin producir imágenes previas que condicionen las que el lector va creando a medida que se sumerge en la lectura.Para ello busca condensar una idea en una forma elocuente y atractiva ...pero abstracta.
Escaparate con portadas de Mendelsund
En un breve reportaje de El País, - cosas que ve un cerebro al leer un libro- Mendelsund explica aspectos de su método de trabajo y de cómo planeó la portada que más le haya costado crear,la de Ulysses de Joyce, libro que dice adorar y que " nunca había tenido una portada que hiciera justicia al genio de Joyce" .
El diseñador no tiene en cuenta la portada de la 1ª edición del Ulises, de la que Joyce se había ocupado personalmente y con terca determinación para conseguir la exactitud de lo que buscaba simbolizar: el azul de la bandera griega y tal vez del mar de Ulises. La entusiasta librera y editora Sylvia Beach lo cuenta en Shakespeare & Cº:
" Uno de mis problemas fue el papel para las tapas del libro. El normal deseo de Joyce de vestir su libro con el bonito tono azul de la bandera griega fue la causa de una de nuestras mayores dificultades.¿Quién iba a pensar que no podríamos encontrar el bonito tono azul de la esta bandera ?Una y otra vez Darantiere vino a París y estuvimos haciendo pruebas mezclando diferentes azules, descubriendo que la nueva muestra no se parecía nada al azul de la bandera griega que ondeaba en Shakespeare and Company en honor de Ulises ."
A Joyce para presentar su universo, le bastaron un color y sobrias letras romanas, que refuerzan el sentido clásico, de un libro rompedor, todavía. La portada del Ulysses del 2 de febrero de 1921, resulta intemporal y contemporánea.
" ...y las muchachas españolas riendo con sus mantillas y sus peinetas y la subasta por la mañana los griegos y los judíos y los árabes y quién sabe Dios quién más de todos los rincones de Europa y Duke street y el mercado de aves todas cloqueando delante de Larby Sharon y los pobres burros sueltos medio dormidos a la sombra en los escalones y las grandes ruedas de las carretas de bueyes el viejo castillo con miles de años sí y aquellos guapos moros todos de blanco y con turbantes como reyes invitándote a que te sentaras en sus pequeñas tiendas y Ronda con las viejas ventanas de las posadas 2 ojos que miran una celosía oculta para que el amante bese la reja y los ventorrillos medio abiertos por la noche y las castañuelas y la noche que perdimos el barco en Algeciras y el sereno de un sitio para otro sereno con su farol y O aquel abismal torrente O y el mar el mar carmesí a veces como fuego y las puestas de sol gloriosas y las higueras en los jardines de la Alameda sí y todas aquellas callejuelas extrañas y las casas de rosa y de azul y de amarillo y las rosaledas y los jazmines y los geranios y las chumberas y el Gibraltar de mi niñez cuando yo era una Flor de la montaña sí cuando me ponía la rosa en el pelo como hacían las muchachas andaluzas o me pondré una roja sí y cómo me besaba junto a la muralla mora y yo pensaba bien lo mismo da él que otro y entonces le pedí con la mirada que me lo pidiera otra vez sí y entonces me preguntó si quería decir sí sí mi flor de la montaña y al principio le estreché entre mis brazos sí y le apreté contra mí para que sintiera mis pechos todo perfume sí y su corazón parecía desbocado y sí dije sí quiero. Sí."
Trieste-Zúrich-París/1914- 1921
James Joyce, Ulises. Cátedra, 2005
Sylvia Beach, Shakespeare &Company, Ariel, 2008
Sylvia Beach, Shakespeare &Company, Ariel, 2008