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Haberse convertido en materia de museo hace recordar que Oldenburg dijo una vez:
Una serie de acuarelas muestran a Oldenburg como pintor capaz de
Pero también crea objetos desmaterializados casi completamente, que califica de ghost . Son estos los que corren peligro de pasar desapercibidos entre tanta rotundidad de formas y color; los que más pueden sorprender por la capacidad imaginativa que suponen y la asociación de ideas que activan en el espectador .
Recorrer las salas de la exposición es encontrarse con objetos ya conocidos en parte o ver otros por primera vez. O ser totalmente sorprendido por Ghost Wardrove, Armario fantasma de 1967.Tratándose de Oldenburg para quien es tan importante la materia , se podría calificar de "antiobra", ya que renuncia a la solidez subrayada por la escala y el color propia de él.
Ghost Wardrobe ( para M.M.), 1967, cuerda, perchas, yeso, cordel, lino.
Oldenburg, recuerda R.Hughes, parece encarnar las palabras de Baudelaire:
Visitar la exposición de Claes Oldenburg, en el Guggenheim, es sumergirse en el Arte Pop. El artista norteamericano fue uno de los pioneros de esa tendencia con la importante colaboración en la realización de sus obras de su esposa Coosje Bruggen.
Cuando el Pop Art surgió en los años sesenta el Expresionismo Abstracto parecía agotado y los nuevos artistas pasaron de la no figuración del expresionismo a pintar toda clase de objetos de la vida cotidiana, tomados del arte popular, de la publicidad, del comic...
Cuando el Pop Art surgió en los años sesenta el Expresionismo Abstracto parecía agotado y los nuevos artistas pasaron de la no figuración del expresionismo a pintar toda clase de objetos de la vida cotidiana, tomados del arte popular, de la publicidad, del comic...
Las obras de Oldenburg se mantienen vivas. Son un concentrado de propuestas estéticas sorprendentes que se difunden por las salas como una descarga de energía y que mantienen todavía una vitalidad provocadora.
El Pop Art hunde sus raíces en el ya lejano dadá y en algunas aportaciones del surrealismo ( entre ellas la metamorfosis de la materia procedente del mundo onírico que Oldenburg aplica a la escultura y ya utilizó Dalí en pintura en los relojes blandos de La Persistencia de la Memoria ).
El Pop Art hunde sus raíces en el ya lejano dadá y en algunas aportaciones del surrealismo ( entre ellas la metamorfosis de la materia procedente del mundo onírico que Oldenburg aplica a la escultura y ya utilizó Dalí en pintura en los relojes blandos de La Persistencia de la Memoria ).
Pero, los cachivaches expuestos ¿son arte? El tiempo transcurrido parece decir que sí. Que ese trozo de tarta monumental con nata y chocolate de materia plástica puede ocupar esta sala, la misma que albergó no hace mucho dibujos de Miguel Ángel, obras de Rembrandt y en otras ocasiones a los más próximos y estilísticamente afines Andy Warhol, o al admirado y siempre inclasificable por dilatado y diverso Robert Rauschenberg.
Haberse convertido en materia de museo hace recordar que Oldenburg dijo una vez:
"Estoy por un arte que sea político, erótico, místico, que haga algo más que estar sobre un pedestal en un museo"
Y su arte es todo ello a pesar de haber entrado en el museo: un arte político, erótico y místico, y también lúdico en la que el artista continúa los juegos que inició en la infancia. Robert Hughes en Visiones de América hace referencia a su innata capacidad de invención:
"Todo lo que hago es completamente original -afirmó Oldenburg en 1966-, me lo inventé cuando era niño". Y, en cierto sentido es verdad. Oldenburg (n.1929) era el mayor de los dos hijos de un diplomático sueco; nació en Estocolmo pero se crio, hasta los siete años en Chicago. Los pequeños Oldenburg inventaron juntos una isla de fantasía llamada Neubern, crearon mapas, historias y un corpus completo de tradiciones locales descriptivas , con todo detalle. Este deseo de inventar un mundo paralelo y de llenarlo con todo tipo de utensilios, comidas y entretenimientos se trasladaría a su arte de madurez".
Oldenburg ha creado un mundo paralelo de objetos estrafalarios, verdaderos artefactos en el sentido de artificio que es siempre el arte : trozos de pastel, helados, descomunales, hamburguesas gigantes, ceniceros enormes rebosando colillas que según han sido apagadas crean distintas formas de cilindros magullados, bolsas gigantes volcadas de patatas fritas cayendo para siempre....Una realidad aumentada en muchos sentidos.
Desmesurada también en los materiales utilizados: harapos, lienzo, resina gomaespuma, papel maché, alambre, cordel, vinilo..., recubiertos de esmalte de brillantes colores. Desmesurada en las escalas haciendo descomunales los objetos de uso cotidiano, aptos sólo para gigantes. Desmesurada y metamorfoseando la materia, creando objetos que abandonan la consistencia habitual con que están hechos y se vuelven blandos o rígidos, y casi monstruosos....enchufes, bolsas de hielo...
El conjunto de la obra puede entenderse como una celebración de los objetos más comunes, pero desnaturalizados y haciéndolos inservibles, pero intensificándolos al sacarlos de la rutina en que están sumergidos habitualmente y ser convertidos en otra cosa. Ha elegido una vía de humor, pero también de ironía y de crítica de la sociedad en general y del consumo que se fue imponiendo después de la Segunda Guerra Mundial en la parte más próspera de la sociedad occidental, especialmente la de Estados Unidos sin olvidar las referencias críticas a la guerra de Vietnam que sucedía entonces ...
Una serie de acuarelas muestran a Oldenburg como pintor capaz de
potenciar, en algunos casos, atisbos de líneas y color y conseguir que sacudan por su intensidad y gracia. Es el caso de "Conjunto de baño en un jardín ", acuarela sobre papel de 1965 : un esbozo con dibujo levemente coloreado capaz de arrastrar a quien fija en él su mirada hasta la Antigüedad Clásica o por lo menos hasta una Italia sembrada de restos clásicos. (No ha sido posible encontrar imagen de esta pequeña obra maestra que pertenece a un particular)
Pero también crea objetos desmaterializados casi completamente, que califica de ghost . Son estos los que corren peligro de pasar desapercibidos entre tanta rotundidad de formas y color; los que más pueden sorprender por la capacidad imaginativa que suponen y la asociación de ideas que activan en el espectador .
Recorrer las salas de la exposición es encontrarse con objetos ya conocidos en parte o ver otros por primera vez. O ser totalmente sorprendido por Ghost Wardrove, Armario fantasma de 1967.Tratándose de Oldenburg para quien es tan importante la materia , se podría calificar de "antiobra", ya que renuncia a la solidez subrayada por la escala y el color propia de él.
Ghost Wardrobe ( para M.M.), 1967, cuerda, perchas, yeso, cordel, lino.
Este armario fantasma es el de Marylin. La estrella, mito, icono, la buena actriz de comedia, que había muerto cinco años antes . Oldenburg con sutileza realiza una obra capaz de sorprender y conmocionar; es una idea despojada al máximo pero intensa. En el esqueleto fantasma del armario, de unos colgadores penden las costuras [ representadas por el hilo con que fueron cosidas las prendas y las formas que trazaron las puntadas como si fueran un dibujo blando ] del vestido blanco de la estrella y de su ropa interior negra. Oldenburg dice que se trata del vestido blanco de La tentación vive arriba; el que arremolina el aire que sale de un respiradero del metro de Nueva York, una imagen que todo el mundo recuerda.
Sobre el suelo del ghost wardrobe, también espectrales, unos zapatos descalzos de tacón muy alto con un pompón o una flor sobre el empeine, la quinta esencia del erotismo tierno de Marylin. Esos zapatos fantasmas tuvieron que ser en otra dimensión de raso, no cabe duda, rosa chicle, o rojos tal vez..
.Es propio del Oldenburg capaz de inventar cualquier cosa, de pasar de la materia acentuada a lo inasible y representarlo como materia desaparecida.
.Es propio del Oldenburg capaz de inventar cualquier cosa, de pasar de la materia acentuada a lo inasible y representarlo como materia desaparecida.
Claes Oldenburg (Estocolmo 1929) nacionalizado americano, estudia en la Yale University, en New Haven; al principio de los cincuenta frecuenta el Art Institute de Chicago y en 1956 se traslada a Nueva York.
Cuando llegó a Nueva York, el Expresionismo Abstracto - el primer estilo verdaderamente americano- estaba moribundo y el tiempo era propicio para hacer del arte otra cosa.
Oldenburg en el bajo Manhattan comenzó sus instalaciones. La primera fue La Calle (1960) realizada con objetos encontrados en la basura y en 1961 La Tienda, instalada en un local alquilado de la Calle Dos, rodeada de tiendas baratas que vendían de todo; él preparó cuidadosamente sus mercancías de yeso, lienzo, resina...y las expuso. La clientela tuvo que ser diferente
En 1963,buscando un nuevo ambiente, dejó Nueva York, se instaló en California; allí trabajó en otra instalación El hogar al que pertenece el armario fantasma y en otras esculturas blandas:
En los años setenta se dedicó a la escultura monumental urbana. Cuando parecía que el monumento había muerto en la sociedad occidental él hizo del monumento otra cosa: agigantó objetos de uso corriente, una pala, una pelota alada de badminton, una gran pinza...llenos de color y a enorme escala. .Estas características y el lugar los transforman. Inusuales, siguen provocando pensamiento en cadena y sentimientos encontrados, cuando al dar la vuelta a una esquina se les encuentra por sorpresa o si ya se les conoce se les puede ver como un antídoto contra los días grises.
Oldenburg en el bajo Manhattan comenzó sus instalaciones. La primera fue La Calle (1960) realizada con objetos encontrados en la basura y en 1961 La Tienda, instalada en un local alquilado de la Calle Dos, rodeada de tiendas baratas que vendían de todo; él preparó cuidadosamente sus mercancías de yeso, lienzo, resina...y las expuso. La clientela tuvo que ser diferente
En 1963,buscando un nuevo ambiente, dejó Nueva York, se instaló en California; allí trabajó en otra instalación El hogar al que pertenece el armario fantasma y en otras esculturas blandas:
En los años setenta se dedicó a la escultura monumental urbana. Cuando parecía que el monumento había muerto en la sociedad occidental él hizo del monumento otra cosa: agigantó objetos de uso corriente, una pala, una pelota alada de badminton, una gran pinza...llenos de color y a enorme escala. .Estas características y el lugar los transforman. Inusuales, siguen provocando pensamiento en cadena y sentimientos encontrados, cuando al dar la vuelta a una esquina se les encuentra por sorpresa o si ya se les conoce se les puede ver como un antídoto contra los días grises.
Oldenburg, recuerda R.Hughes, parece encarnar las palabras de Baudelaire:
"el talento no es más ni menos que la infancia redescubierta a voluntad, una infancia preparada para la expresión de su propia personalidad, con las capacidades del adulto y un poder de análisis que le permita ordenar el volumen de material en bruto que ha acumulado involuntariamente."