Kerry James Marshall (Birmingham, Alabama, 1955) es un artista popular pero también respetado dentro del mundo del arte.En 2014 expuso en Madrid en el Reina Sofía. El título : "Pintura y otras cosas" se refería a cosas que van más allá de lo puramente plástico, a una pintura reivindicativa, con imágenes que hablaran de política racial, emancipación social y representación cultural de los ciudadanos afroamericanos en Estados Unidos.
En una entrevista reciente Marshall confesaba su fascinación desde la infancia por los museos y por los grandes maestros, Picasso, Goya, Zurbarán, Velázquez, el Greco..., estudiados y luego enseñados en sus clases como profesor de arte. Una formación rigurosa que contribuye a la solidez plástica y a la eficacia con que la garra visual que emerge de su obra se clava en al espectador.
Vivir tempranamente los problemas raciales y la lucha por los derechos civiles ( la familia se había trasladado a Los Ángeles y Marshall tenía diez años cuando se produjeron los gravísimos disturbios de Watts) le sensibilizaron sobre los problemas sociales de la comunidad afroamericana, y su persistencia le convirtieron en el pintor realista que busca otro canon de imágenes que no sea el tradicional de preeminencia blanca y contribuye a generar nuevas referencias.
No es el primer artista afroamericano de talento que busca transformaciones sociales a través del arte: Jacob Lawrence (Atlantic City, Nueva Jersey, 1917-Seattle,2000) en los años treinta y cuarenta realizó una obra poderosa con un claro compromiso social. Robert Hughes ,en Visiones de América, recuerda una serie de 60 pinturas, La migración del negro, en las que Lawrence, dejó constancia de un episodio histórico de dimensiones épicas apenas estudiado: la migración de la población negra desde el sur rural del algodón al norte industrial en las primeras décadas del siglo XX; un éxodo poco conocido llevado a cabo por más de un millón de personas . Para expresar lo que sentía Lawrence no quiso utilizar las imágenes idealizadas, falsamente primitivas, que la cultura popular blanca utilizaba para representar el mundo de los negros; llevó a cabo una reflexión radical sobre la negritud (blackness) hasta lograr con recursos poco convencionales un estilo cargado de energía plástica.
En la misma dirección también la obra de Kerry James Marshall se centra en la blackness, "lo negro" lo llama, para desarrollar una obra de implicaciones culturales, estéticas y políticas que pretende alcanzar a la sociedad en que vive.