27 septiembre, 2009

JAMES JOYCE...un escritor para niños...

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Harry Bliss, The New Yorker

                                                                                 

Es difícil no rendirse ante esta viñeta de un humorista de talento ; particularmente para cualquiera que haya luchado con las páginas más arduas de el  Ulises y, -si no ha naufragado en medio de la odisea- haya llegado, finalmente, a las playas de su propia Ítaca con admiración y gratitud hacia Joyce,que alguna vez sí escribió  para niños como esta carta-cuento dirigida a su nieto Stephen :



Viller s/Mer



Querido Stevie: Hace unos días te mandé un gatito lleno de caramelos, pero quizá no conozcas la historia del gato de Beaugency.


Beaugency es una ciudad muy pequeña que se encuentra a orillas del Loire, el más largo de los ríos de Francia. Es además un río muy ancho, al menos entre los franceses. En Beaugency es tan ancho que si quisieras cruzarlo de una orilla a la otra tendrías que andar al menos mil pasos


Hace mucho tiempo la gente de Beaugency, si quería cruzarlo, tenía que ir en barco, porque no había ningún puente. Y no podían hacer un puente ellos solos ni pagar a alguien para que se lo hiciera. ¿Qué podían hacer?


El demonio, que siempre lee los periódicos, se enteró de lo que les pasaba y se vistió y se fue a ver al alcalde de Beaugency, que era un señor que se llamaba Monsieur Alfred Byrne. A este alcalde también le gustaba mucho ponerse ropa elegante. Llevaba un traje escarlata y siempre se ponía una gran cadena de oro colgada del cuello, y no se la quitaba ni cuando se quedaba dormido con las rodillas apretadas junto a la barbilla, acurrucado en la cama.


El diablo habló al señor alcalde de lo que había leído en el periódico y le dijo que él podía construir un puente tan bueno como el mejor del mundo, y que además podía hacerlo en una sola noche. El alcalde le preguntó cuánto dinero quería cobrar por hacer el puente. No quiero dinero, dijo el demonio,todo lo que pido es que la primera persona que cruce el puente me pertenezca. De acuerdo, dijo el señor alcalde.
Llegó la noche y toda la gente de Beaugency se fue a casa a dormir. Salió el sol. Y cuando sacaron la cabeza por la ventana todos gritaron: Oh Loire, ¡qué puente tan bonito! Pues vieron que un magnífico puente cruzaba el río de orilla a orilla.

Toda la gente se fue a la entrada del puente y se pusieron a mirarlo, esperando que alguien se decidiera en ser el primero en cruzarlo. Pero nadie se atrevía por miedo al demonio.

Entonces se oyeron sonar unos clarines. Era la señal de que se acercaba el alcalde y todo el mundo tenía que callarse. Entonces apareció Monsieur Alfred Byrne con su traje escarlata y con el pesado collar de oro colgando del cuello. En una mano llevaba un cubo de agua y bajo el brazo -el otro brazo- un gato.

Cuando el diablo, que bailaba al otro lado del puente, le vio, dejó de bailar y se puso su cristal de espiar. La gente susurraba y el gato miraba al señor alcalde porque en Beaugency estaba permitido a los gatos mirar al alcalde. Cuando se cansó de mirar al alcalde (porque hasta un gato llega a cansarse de mirar a un alcalde) empezó a jugar con la cadena de oro del alcalde.

Cuando el alcalde llegó al puente la gente contuvo el aliento y dejó de hablar. El alcalde dejó al gato en el suelo ante el puente y, rápido como el pensamiento, ¡chaf!, le tiró el cubo de agua encima. El gato que ahora estaba entre el agua y el demonio se decidió también rápidamente y con las orejas gachas se puso a correr por el puente hacia el demonio.
El demonio estaba enfadado como un demonio.

Messieurs les Balgentiens, gritó desde el otro lado del puente, vous n'êtes pas des belles gens du tout! Vous n' êtes que des chats. Y le dijo al gato: Viens ici, mont petit chat! Tu as peur, mon petit chou-chat? Tu as froid, mon pau petit chou-chat? Viens ici, le diable t'emporte! On va se chauffer tous les deux.
Y se fue con el gato.

Y desde entonces a la gente de ese pueblo todo el mundo la llama "les chats de Beaugency".
Pero el puente sigue allí y hay niños jugando y corriendo por él.
Espero que te guste esta historia, 
                                                  Nonno




P.D. El demonio habla casi siempre un idioma especial que se llama barrigobarboteo, pero cuando está muy enfadado puede hablar en un mal francés muy bien hablado aunque algunos que le han oído expresarse así dicen que tiene un acento dublinés muy pronunciado.

Beaugency-sur-Loire
Puente real que el diablo, -alertado por la prensa-, tendió en una noche sobre el río de la ciudad francesa


Richard Ellmann.: James Joyce Editorial Anagrama, pp.772-3.

19 septiembre, 2009

EL ODIO A HEMINGWAY / Charles BUKOWSKI

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El poemario póstumo de Bukowski, el que cierra su obra, por ahora,ha sido publicado en español por Visor  en versión no bilingüe, como suele. La traducción de Eduardo Iriarte, suena bien pero se echa en falta el original inglés; el lector de poesía es susceptible porque sabe como dice Karl Kraus, que "es improbable que dos idiomas alcancen el mismo poema" y si domina el idioma original le gusta mirar ambas versiones y aunque no le domine ni de lejos , cuando le es posible , le gusta comprobar cómo se han traducido giros o palabras concretos, o un verso  especial,  aunque tenga que recurrir a diccionarios.. Sucede a menudo con Bukowski como en Anoche vi a un vagabundo/ I saw a tramp last night ,cuando entre versos de descarnada épica callejera, -y vital-, sorprende y detiene el intenso lirismo de : y los pájaros durmiendo en cualquier parte/ and the birds asleep somewhere ... y otras muchas veces....






EL ODIO A HEMINGWAY



hice una mala reseña

del último libro de Hemingway
Islas en el golfo
mientras que la mayoría de las críticas
fueron buenas.
pero el odio a Hemingway
por parte del escritor sin éxito,
sobre todo de la escritora,
me resulta incomprensible.

esta escritora sin éxito estaba hecha una furia.

había intentado explicarle por qué, creía yo,
Hemingway escribía tal
como escribía.

eso de "la vida a través de la muerte", me dijo,

no es en absoluto algo exclusivo de
Hemingway. ¿y de qué va, si no,
toda la cultura occidental? es la misma historia
una y otra
vez.¡no hay
nada nuevo!

eso es verdad, pensé, pero...

¿cazar leones sólo era, en el fondo, pegarse un tiro
él mismo?, me preguntó.¿no es eso? ¿no es
eso? no cuando los leones estaban desarmados y
él los atacaba con un rifle y
ni siquiera tenía que
acercarse.¡hay que ver! pobrecillo
Hemingway.

es verdad, pensé, los leones no llevan

rifle.

la tradición española. veo a Goya porque me llega

como algo real y completo, me dijo. no veo a
Hemingway más que como una vieja película de
Hollywood
interpretada por...¿cómo se llama? ese Cooper que era amigo
suyo, el tipo de Solo ante el peligro.¡vaya!

ni siquiera soporta a sus amigos,

pensé.

uno aprende acerca de la muerte muriéndose

no observándola,
me dijo.

eso es verdad, pensé, pero entonces,¿cómo escribes al respecto?


dices que Shakespeare te aburre, me dijo.

el caso es que
él sabía mucho más que Hemingway.
Hemingway no pasó de ser un vulgar
periodista.

le enseñó a escribir Gertrude Stein, pensé.


te contaba lo que veía, me dijo, pero no sabía

lo que significaba, cómo están vinculadas
las cosas en realidad...nunca
explicaba.
qué raro, pensé, eso es exactamente lo que
me gustaba de
él.

no dices más que las típicas

chorradas, me dijo.

qué pena, pensé,

con las piernas tan largas y hermosas que
tiene. bueno, Goya también estaba bien,
pero no puedes llevarte a la cama
a Goya.

bueno, muy bien, pensé, Hemingway sacó aquellos grandes

peces
del mar y aguantó unas cuantas guerras
y vio morir toros y mató algún otro
león.
escribió algunos grandes cuentos
y nos dio 2 o 3
buenas primeras
novelas;
en su último día
Hemingway saludó con la mano a
unos chicos que iban a la escuela,
ellos le devolvieron el saludo, y no llegó a tocar el zumo de
naranja
que tenía delante de sí;
luego se metió el arma en la boca como una pajita
y tocó el gatillo
y uno de los pocos inmortales de América
se convirtió en sangre y sesos por las paredes y
el techo, y entonces todos sonrieron,
sonrieron y dijeron:
¡ah, vaya maricón! ¡ah, vaya cobarde!
sí, se aprovechó de McAlmond
se aprovechó de todo el mundo
y no trató bien a Fitzgerald
y escribía de pie
y una vez estuvo en un manicomio,
y Gertie Stein, esa maldita
bollera
igual sí
le enseñó a
escribir.

pero ¿quién le convenció de que era hora de morir?


vosotros

sucios
cabrones




versión original:
7 de enero 2016, en  The people look like flowers at last -original inglés de La gente parece flores al fin-, editado por John Martin, Harper Collins,2008



the hatred for Hemingway




I gave Hemingway's last book/ Islands in Stream/ a bad review/ while most others gave him/good reviews./ but the hatred for Hemingway/ by the unsuccessful writer/ especially the female writer/ is incomprehensible to me.//
this unsuccessful female writer was in a rage./I had tried to explain why I thought/ Hemingway wrote as/ he did.//
that life-through-death bit, she said,/is not at all unique with/ Hemingway. what else is our/ whole Wester culture about? it's the same story/ over and over/ again. no news/ there!//
that's true, I thought, but...//
shooting lions only meant shooting/ himself? she asked. does it? does/ it? not whem those lions were unarmed and/ he was coming at them with a rifle and/ didn't even have to/ come close. really! poor little Hemingway.//
it's true, I thought, the lions don't carry/ rifles.//
the Spanish tradition. I can see Goya because he comes/through as real and complete, she said. I can't see/Hemingway as anything but an old Hollywood movie/ acted out by...what's his name? that Cooper who was a friend/ of his -the High Noom guy. oh wow!//
she doesn't even like his friends,/ I thought.//
you learn about death by dying/ not by looking at it,/she said.//
that's true, I thought, but then/ how do you write about it?//
you say Shakespeare bores you, she said-/the fact is/ he knew far more than Hemingway-/ Hemingway never got to be more than a / journalist.//
taught to write by Gertrude Stein, I thought.//
he told you what he saw, she said, but he didn't know/ what it meant-how things really/relate...he never/ explained./that's strange, I thought, that's exactly what I/liked about/him.//
you talk a lot of typical/ crap, she said.//
what a shame, I thought,/she has such long beautiful/ legs. well, Goya was all right too,/but you can't go to bed with/ Goya.//
well, all right, I thought,Hemingway pulled those big fish/ out of the sea and endured a few wars/ and watched bulls die and shot some/lions;/ wrote some great short stories/and gave us 2 or 3/ good early/ novels;/ on his last day/ Hemingway waved to/ some kids going to school,/ they waved back, and he never touched  the orange juice/ sitting there in  front of him;/ then he stuck that gun into his mouth like a soda straw/ and touched the trigger/ and one of America's few immortals/ was blood and brain across the walls and/ ceiling, and then they all amiled,/ they smiled and said,/ah, a fag! ah, a coward!/yes,he took advantage of Mc Almon/ he took advantage of everybody/and he didn't treat Fitzgerald  right/ and he typed standing up/ and he was once in the mental/ hospital,/ and Gertie Stein, that friggin'/ dyke,/ maybe she did/ teach him how to/ write.//
but who convinced him that it was time to die?//
you did you/ dirty/ fuckers. 







París 1928. Delante de la Shakespeare & Cº ,con Silvia Beach y Myrsine y Hélène Moschos...

BUKOWSKI, Ch.: La gente parece flores al fin. Colección Visor de Poesía, 2009



15 septiembre, 2009

Adam ZAGAJEWSKI / Autobiografía mínima

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(ampliar mapa). En 1933 Lvov era polaca, después de la 2ª Guerra Mundial pasó a la URRS y desde 1989 a Ucrania...antes de la Primera Guerra era austriaca...) Adam Zagajewski poeta, novelista y ensayista, de lengua polaca, nació en Lvov  en 1945 y sobre esa ciudad escribe:

"Los lugares míticos no deben visitarse, pensé. No hay que viajar a las ciudades cuyo peso en nuestra memoria es tan macizo como un monumento de bronce.[-]Mi padre para quien Lvov fue durante años un lugar único y la única imagen del mundo -allí nació y vivió su juventud- rechaza sistemáticamnete la idea de visitar esta ciudad. Sin embargo,cuando regresé de Ucrania -yo nací en Lvov pero no me dió tiempo a verlo de verdad- y le mostré las fotografías acabadas de revelar reconoció inmediatamente y llamó por su nombre a cada una de las calles, cada uno de los callejones y casi cada una de las casas- ¡tras cincuenta y seis años de ausencia![-](Yo) Sabía ubicar la plaza mayor, me imaginé el teatro escondido en los estratos bajos de aquella selva matutina, vi la colina del Castillo Alto..." (En defensa del fervor, Acantilado)


AUTORRETRATO


Entre el ordenador, el lápiz y la máquina de escribir
se me escapa medio día. Algún día sumará medio siglo.

Vivo en ciudades extranjeras y a veces con personas
extranjeras hablo sobre cosas que me son extrañas.
Escucho mucha música: Bach, Mahler, Chopin,
Shostakovich.
en ella encuentro tres elementos, fuerza, debilidad
y dolor.
El cuarto no tiene nombre.
Leo a poetas, vivos y muertos, de ellos aprendo
perseverancia, fe y orgullo. Intento entender
a los grandes filósofos (la mayoría de las veces consigo
captar sólo retazos de sus valiosos pensamientos).
Me gusta dar largos paseos por las calles de París
y mirar a mis semejantes, vivos de envidia,
de deseo o de ira; observar una moneda plateada
que pasa de mano en mano y lentamente pierde
su forma esférica (se borra el perfil del césar).
A mi lado crecen los árboles que nada expresan,
si exceptuamos la verde e indiferente perfección.
Por los campos andan negros pájaros
esperando pacientes como una viuda española.
Ya no soy joven, pero siempre habrá alguien mayor.
Me gusta el profundo sueño cuando dejo de existir,
correr en bicicleta por un sendero cuando los álamos
y las casas se deshilachan como cúmulos en un cielo
claro.
A veces los cuadros en los museos me hablan
y de repente desaparece la ironía.
Me encanta contemplar la cara de mi mujer.
Cada domingo llamo a mi padre.
Cada dos semanas quedo con los amigos,
de esta manera nos somos fieles.
Mi país se ha liberado de un mal. Me gustaría
que después de aquella liberación siguiera otra.
¿Puedo contribuir en algo? No lo sé.
A decir verdad, no soy un hijo de la mar,
como escribió de sí mismo Antonio Machado,
sino un hijo del aire, de la menta y del violonchelo,
y no todas las sendas del elevado mundo
se cruzan con los caminos de la vida que, por ahora,
me pertenecen a mí.




Yehudi Menuhin,violín;contralto: Eula Beal


LA CIUDAD DONDE ME GUSTARÍA VIVIR

Es una ciudad silenciosa al atardecer, cuando
las pálidas estrellas despiertan de su desmayo,
y ruidosa al mediodía con las voces
de filósofos orgullosos y mercaderes
que traen terciopelo de oriente.
Arden en ella los fuegos de las conversaciones
pero no las piras.
Las iglesias antiguas, piedras enmohecidas
de una vieja oración, son su lastre
y su cohete espacial.
Es una ciudad justa,
donde no se castiga a los extranjeros,
una ciudad de memoria rápida
y de lento olvido,
tolera a los poetas, a los profetas les perdona
su escaso sentido del humor.
Es una ciudad construida
según los preludios de Chopin,
reducidos a la tristeza y la felicidad.
Pequeñas colinas la rodean
en un ancho anillo; allí crecen
fresnos de campo y el esbelto álamo,
juez en la nación de árboles.
Un río impetuoso atravesando el centro
de día y de noche murmura saludos
misteriosos de las fuentes,
de las montañas, del azul del cielo.



Adam ZAGAJEWSKI: En defensa del fervor/ Deseo. Acantilado (ambos)

09 septiembre, 2009

Georges PEREC/ de parte de Roberto BOLAÑO

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Roberto Bolaño anota a veces sus sueños, reales o inventados pero siempre significativos ; si sueña con Georges Perec está hablando de admiración, afecto, compasión...; si sueña con Carson Mac Cullers de admiración y erotismo;pero sueña también con Virgilio, con Mark Twain, con Baudelaire, con Franz Kafka, o Philip K. Dick...y todos esos microsueños están llenos de humor, ternura, imaginación, inteligencia... Son sueños mínimos pero para el lector de Bolaño, a veces se convierten en sugerencias "categóricas"."Soñé que Georges Perec tenía tres años y lloraba...", escribe en Tres, editado por Acantilado

Georges Perc, algunos ya le conocen y otros se enteran por primera vez de que Perec es un escritor francés, hijo de  obreros judíos polacos, huérfano desde muy pequeño; que su padre murió en la Segunda Guerra Mundial combatiendo como voluntario en el ejército francés y su madre en 1943 en Auschwitz, cuando Perec tenía siete años, porque había nacido en París en 1936. Cuando Bolaño soñaba en Blanes estos sueños era ya el año 1994 -y el escritor chileno, gravemente enfermo, necesitaba un trasplante  que nunca llegó- hacía ya 14 años que Perec había muerto aunque antes de morir le dio tiempo a escribir libros ,todos interesantes, pero alguno prodigioso y distinto, como La vida, instrucciones de uso.

Perec dijo mientras escribía La vida instrucciones de uso:

"Me imagino un edificio parisino al que se ha quitado la fachada...de modo que desde la planta baja a la buhardilla, todos los aposentos que se hallan en la parte anterior del edificio sean inmediata y simultáneamente visibles". Y en otra ocasión: "todo el libro se ha construido como una casa en la que las habitaciones se unen unas a otras siguiendo la técnica del puzzle"




"puzzle quiere decir enigma"

En la contraportada de la edición en español de Editorial Anagrama, Italo Calvino añade:
"Perec nos ofrece, en un solo libro, novelas exóticas, extravagantes, crímenes perfectos, fábulas eruditas, catálogos, atentados a las buenas costumbres, sombrías historias de magia negra, confidencias de corredores ciclistas...entrad en ese inmueble y daréis la vuelta al mundo".
Parece suficiente para iniciar la lectura. El trozo se ha elegido porque trata de un lugar muy próximo a donde "reside" este blog, y recuerda cuando la Península Ibérica era dominio musulmán a partir del siglo VIII, después de que árabes y bereberes hubieran sustituido a los visigodos y estos a los romanos...que a su vez...



CAPÍTULO II


Beaumont, 1


El salón de la señora de Beaumont está casi enteramente ocupado por un gran piano de concierto, en cuyo atril se puede ver la partitura cerrada de una famosa canción americana, Gertrude of Wyoming, compuesta por Arthur Stanley Jefferson. Un hombre viejo, sentado delante del piano, con la cabeza cubierta con un pañuelo de nailon de color naranja, se dispone a afinarlo.[...]

Fernando de Beaumont fue un arqueólogo cuya ambición fue comparable a la de Schliemann. Se propuso hallar el rastro de aquella ciudad legendaria que los árabes llaman Lebtit y que fue, según parece, su capital en España. Nadie discutía la existencia de dicha ciudad, pero la mayor parte de especialistas, fueran hispanistas o islamistas, estaban de acuerdo en asimilarla a Ceuta, en tierra africana, frente a Gibraltar, o a Jaén, en Andalucía, al pie de la sierra de Magina. Beaumont rechazaba tales identificaciones basándose en el hecho de que ninguna excavación de las llevadas a cabo en Ceuta o en Jaén había revelado una sola de las características que los relatos conocidos atribuyen a Lebtit. Se hablaba en particular de un alcázar "cuya puerta de dos hojas no servía para entrar ni para salir. Su destino era permanecer cerrada. Cada vez que, al morir un rey, otro heredaba el reino, añadía con sus propias manos una nueva cerradura a la puerta. Al final hubo hasta veinticuatro, una por cada rey". En aquel alcázar había siete salas.

La séptima "era tan larga que el arquero más diestro, tirando desde el umbral, no habría clavado su flecha en la pared del fondo". Había en la primera sala unas "figuras perfectas" que representaban a árabes "en sus rápidas monturas, caballos o camellos, con sus turbantes flotando sobre los hombros, la cimitarra sujeta con correas y la lanza enristrada bajo el brazo derecho".

Beaumont pertenecía a aquella escuela de medievalistas que se califica a sí misma de "materialista" y que llevó por ejemplo, a un profesor de historia religiosa a espulgar la contabilidad de la cancillería papal con el único fin de demostrar que el consumo, en la primera mitad del siglo XII, de pergamino, plomo y cinta de sellar había superado la cantidad correspondiente al número de bulas declaradas y registradas oficialmente hasta tal punto que, aun descontando un eventual derroche y un desperdicio verosímil, había que sacar la conclusión de que un número relativamente grande de bulas (indudablemente se trataba de bulas y no de breves pontificios, pues sólo las bulas se sellan con plomo, mientras que los breves se cierran con lacre) habían sido confidenciales, si no clandestinas. Tal fue el origen de aquella tesis, justamente célebre en su tiempo, sobre Las bulas secretas y la cuestión de los antipapas, que dio un enfoque nuevo a las relaciones entre Inocencio II, Anacleto II y Víctor IV.De modo bastante parecido demostró Beaumont que tomado como referencia no el récord mundial de los 888 metros fijado por el sultán Selim III en 1798, sino las marcas ciertamente importantes aunque no excepcionales alcanzadas por los arqueros ingleses en Crécy, la séptima sala del alcázar de Lebit había de tener una longitud de al menos doscientos metros y, teniendo en cuenta la inclinación del tiro, una altura que difícilmente podía ser inferior a treinta metros. Ni las excavaciones de Ceuta ni las de Jaén ni otra excavación alguna habían detectado la existencia de una sala de las dimensiones exigidas, lo cual permitió afirmar a Beaumont que "si aquella ciudad legendaria tiene su fuente en alguna fortaleza probable, en todo caso, no es ninguna de aquellas cuyos vestigios conocemos hoy".Al margen de esta argumentación puramente negativa, otro fragmento de la leyenda de Lebtit parece que debió de proporcionar a Beaumont una indicación sobre el emplazamiento de la ciudadela. En la pared inaccesible de la sala de los arqueros se dice que estaba grabada una inscripción que rezaba así: "Si algún día un rey abre la puerta de este alcázar, sus guerreros quedarán petrificados, como los de la primera sala, y los enemigos devastarán sus reinos."

En esta metéfora Beaumont vio una descripción de las conmociones que disgregaron los reinos de taifas y desencadenaron la Reconquista. Según él, la leyenda de Lebtit describía lo que llama "el desastre cántabro de los moros", o sea la batalla de Covadonga, en la que Pelayo derrotó al emir Alkama antes de coronarse rey de Asturias en el mismo campo de batalla.Y fue a la propia Oviedo, en el corazón de Asturias, a donde Beaumont, con un entusiasmo que le valió la admiración hasta de sus peores detractores, decidió ir a buscar los restos del alcázar legendario.

Los orígenes de Oviedo eran confusos. Para unos era un monasterio que habían construido dos monjes que huían de los moros; para otros una ciudadela visigoda; para unos terceros un antiguo castro hispanorromano, llamado unas veces Lucus asturum y otras Ovetum; por último, se decía también que el fundador de la ciudad había sido el propio Pelayo, al que los españoles llaman Don Pelayo, identificándolo con el portalanza de Don Rodrigo en Jerez, mientras que los árabes lo llaman Belai-el-Rumi, por ser, según ellos, descendiente de romanos. Estas hipótesis contradictorias favorecían los argumentos de Beaumont: Oviedo, afirmaba, era aquella Lebtit fabulosa, la más septentrional de las plazas fuertes árabes en España y, por ello mismo, el símbolo de su dominación sobre toda la Península. su pérdida había puesto fin a la hegemonía islámica en Europa occidental, y para confirmar esta derrota se había instalado Pelayo, victorioso, en ella.

Las excavaciones empezaron en 1930 y duraron más de cinco años.El último año recibió Beaumont la visita de Bartlebooth, que había ido cerca de allí, a Gijón, también antigua capital del reino de Asturias, a pintar su primera marina.

Unos meses más tarde volvió Beaumont a Francia. Redactó un informe técnico de setenta y ocho folios sobre la organización de las excavaciones, proponiendo, en particular para la explotación de los resultados, un sistema de vaciado derivado de la clasificación decimal universal, que sigue siendo un modelo dentro del género. Y el 12 de noviembre de 1935 se suicidó.



Perec, Georges.: La vida instrucciones de uso. Compactos Anagrama